Historias y anecdotas del Barrio Brasil

HISTORIAS y ANÉCDOTAS DEL BARRIO BRASIL


Cuenta la historia que don Ambrosio O`higgins,  padre de don Bernardo y Virrey del Perú, mando  a construir bajo su mandato, el primer camino a 
Valparaíso que comenzaba en la que hoy se  conoce como la actual Avenida Brasil. Este era el limite poniente de la ciudad.  Don Ambrosio para celebrar este acontecimiento mandó  a construir un monolito que se instaló en las actuales  calles Brasil y Rozas y donde se construyó luego una  plazoleta llamada Irlanda.
Hasta aquí la historia calza como corresponde; el monolito se mantuvo incólume durante todo este tiempo, dando a conocer a la gente este hito histórico de nuestra ciudad. Pero para sorpresa de muchos, y de la noche a la mañana, el monolito fue sacado de su lugar de origen e instalado en las afueras de un condominio de calles San Pablo y Almirante Barroso, perdiendo de esta manera todo su sentido referencial para el cual fue construido,se pidió explicaciones a las autoridades municipales, pero nadie supo responder a los requerimientos de la comunidad hasta el día.
El correo de las brujas comenta que que la comunidad se vio en la obligación de ir a la fuente misma, y nadie mejor que contactarnos con don Ambrosio. Para tal efecto, y provistos de una tabla guija iniciamos nuestro llamado y o sorpresa, costó menos contactarse con él que con el municipio.Transcribimos aquí parte de esta entrevista para conocer su opinión:


Actual lugar donde se encuentra el monolito
que originariamente fue instalado en Rosas con
Avenida Brasil

Periodista: Don Ambrosio, si anda por estos lados por favor conteste
Don Ambrosio: ¿Quién es el que jode a estas horas hostia?
P.: somos del portal Barrio Brasil don Ambrosio ¿ Cómo esta ?
D.A.: por los huesos tío. ¿ Para que me hais llamado ?
P.: queremos saber su opinión. Vuestro monolito que demarcaba el primer camino a Valparaíso fue trasladado de lugar.
D.A.: !Coño¡ ¿Qué me estáis diciendo?.
P.: lo que escucha don Ambrosio. Ahora se encuentra en las afueras de un condominio.
D.A.: ¿condo que? afinad bien vuestra guija que no os entiendo nada chaval.
P.: no se preocupe don Ambrosio, somos muchos los que no entendemos.
D.A.: espero que esto no sea una tomadura de pelo. Ese monolito debe ser devuelto a su lugar de origen ahora mismo !os ordeno¡
P.: dejémonos de huevadas don Ambrosio. Los tiempos han cambiado Y al parecer todos hacen lo que quieren, en especial las autoridades.
D.A.: hostias tío, en mi época ese tipo de carajadas se pagaban en carne.
P.: eso de pagar en carne aún se practica don Ambrosio, pero al parecer las autoridades gozan de buena salud.
D.A.: que queréis que os diga ilustre amigo. Después de lo que me cuentas no me queda mas que salir a revisar la lapida de mi tumba. No valla a ser cosa que el que esta enterrado aquí no sea yo.
P.: me parece don Ambrosio. Pues bien debo dejarlo. Compré una tarjeta de $1000 pesos y se está acabando. Estas guijas de ahora son muy gastadoras.
D.A.: que pena por ti tío; solo me queda agradeceros que aún os preocupéis por huevadas qué a nadie importa. A propósito ¿Cómo va O’higgins de Rancagua en el fútbol?
P.: pero don Ambrosio ¿ en que quedamos con eso de las huevadas que a nadie Importa?
D.A.: tenéis toda la razón, cambio y fuera.

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